viernes, junio 13, 2025
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Alumnos de la UAA presentan resultados de sus prácticas comunitarias.

Aguascalientes, Ags. En un ejercicio académico profundamente significativo, 35 estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Aguascalientes compartieron los aprendizajes y resultados de 14 proyectos de intervención comunitaria durante el Foro de Prácticas Comunitarias 2025. Estos proyectos, desarrollados entre enero de 2024 y junio de 2025, se llevaron a cabo en las comunidades de La Tomatina, en el municipio de Jesús María, y el Ejido Loma de los Negritos, en Aguascalientes.

Este foro marcó el cierre de tres semestres dedicados al trabajo de campo y a la experiencia directa en comunidades en situación de vulnerabilidad. Más allá de una exposición de resultados, fue un espacio para reflexionar sobre lo que implica, en términos humanos y profesionales, intervenir desde el trabajo social con base en diagnósticos construidos a partir del diálogo y el acompañamiento constante con las personas.

Durante este periodo, las y los estudiantes se enfrentaron a contextos complejos, donde problemáticas como el alcoholismo, las adicciones, la pobreza, el acceso limitado a la salud y la educación, entre otras, exigieron no sólo conocimientos técnicos, sino una comprensión profunda de la realidad social. A través del contacto directo con las comunidades, los futuros profesionales desarrollaron habilidades de análisis, intervención, mediación y gestión social, al tiempo que fortalecieron su empatía, sensibilidad y compromiso con la justicia social.

Lejos de concebirse como un requisito académico, estas prácticas representan una etapa formativa fundamental: un proceso donde el conocimiento se transforma en acción, y la teoría cobra sentido en la medida en que se aplica a la vida cotidiana de las personas. El trabajo realizado fue un claro ejemplo de cómo la intervención comunitaria no se limita a brindar soluciones, sino que busca generar procesos participativos, construir redes de apoyo y fomentar el empoderamiento colectivo.

Como lo expresó la Mtra. María Zapopan Tejeda Caldera, decana del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAA, el verdadero impacto del trabajo social muchas veces no se percibe de inmediato, sino que se manifiesta con el tiempo, al interior de las familias y de las propias comunidades. La práctica permite a las y los estudiantes comprender que el cambio social profundo requiere tiempo, constancia, escucha activa y, sobre todo, la capacidad de construir soluciones desde las realidades locales y junto con las personas.

En el mismo sentido, Isis Guadarrama de Landa, jefa del Departamento de Trabajo Social, destacó que los resultados expuestos no habrían sido posibles sin el respaldo de las comunidades, que abrieron sus puertas, compartieron sus experiencias y confiaron en las y los estudiantes. Reconocer esa apertura es fundamental para comprender que cada intervención comunitaria es, ante todo, un esfuerzo conjunto.

Las prácticas comunitarias, tal como se implementan en esta licenciatura, constituyen un modelo pedagógico que va más allá del aula. Son un ejercicio transformador que fortalece el perfil profesional de quienes se forman en trabajo social y, al mismo tiempo, representa una aportación concreta al bienestar y desarrollo de las comunidades. Esta experiencia reafirma que la formación universitaria puede y debe ser una herramienta de transformación social.

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