Ceremonia de Imposición de Batas: un recordatorio del compromiso que implica ser médico.
Aguascalientes, Ags. En un acto cargado de simbolismo, emoción y compromiso, la Universidad Autónoma de Aguascalientes celebró la Ceremonia de Imposición de Batas para la generación 2020-2025 de la carrera de Medicina. El evento, que marca el inicio de la etapa clínica para los futuros médicos, fue un espacio para reflexionar sobre el camino recorrido y la gran responsabilidad que implica vestir la bata blanca.
Para Patricia Contreras Lamadrid, estudiante de décimo semestre, recibir esta prenda no significa solamente un cambio en la rutina académica; es un recordatorio profundo del compromiso que implica ser médico. Más allá de los conocimientos técnicos o científicos, ella reconoce que en sus manos no sólo recaerá la salud de las personas, sino también su bienestar emocional.
Patricia compartió que, al colocarse la bata, siente cómo se materializa una transformación interna, pues la cercanía con la profesión ya no es sólo teórica, sino vivencial. La tradición de este acto, implementada recientemente por la UAA, busca ayudar a los estudiantes a reconocer que están a punto de cruzar un umbral donde el aprendizaje ya no será solo académico, sino profundamente humano.
Entre las cualidades que considera esenciales para el ejercicio médico, Patricia destacó la humildad y el humanismo. A pesar de que el entorno clínico puede ser exigente y muchas veces adverso, insistió en la importancia de mantener la conexión con el lado humano de la profesión, con ese lado de la medicina que escucha, acompaña y comprende.
Durante la ceremonia, las palabras del Dr. Virgilio Rivera, médico especialista en cirugía general y uno de los padrinos de la generación, recordaron con claridad que esta bata no es sólo un uniforme, sino un símbolo de confianza social, de compromiso ético y de entrega total. Subrayó que la medicina no es únicamente ciencia, sino un arte que requiere precisión, pero también compasión. En sus palabras, el médico no es solo quien cura, sino quien acompaña, quien escucha y quien representa la esperanza en momentos de incertidumbre.
Por su parte, el Dr. Arturo Berber, médico Psiquiatra, invitó a los nuevos médicos a no perder de vista su humanidad en el proceso. Afirmó que, si bien el internado será un reto exigente y formativo, también es fundamental que los estudiantes no se olviden de sí mismos, de cuidar su bienestar emocional y de mantener vivas sus pasiones y vínculos fuera del hospital. Su mensaje fue un llamado a ejercer la medicina con empatía, pero también con equilibrio.
La Ceremonia de Imposición de Batas no sólo consagró una tradición académica, sino que también recordó que detrás de cada bata blanca hay un ser humano dispuesto a escuchar, aprender y sanar.