La prevención y la alimentación como pilares clave en la lucha contra la diabetes.
Aguascalientes, Ags. Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una fecha dedicada a crear conciencia sobre una de las enfermedades con mayor incidencia en México y en el mundo. Con motivo de esta conmemoración, la Mtra. María de Fátima González Rodríguez y la Mtra. Linda Carolina Hernández Lozano, académicas de la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes, compartieron sus perspectivas sobre el papel de la alimentación y la prevención en la lucha contra la diabetes.
La profesora María de Fátima González Rodríguez, ingeniera bioquímica con maestrías en Ciencia y Tecnología de Alimentos y en Nutrición, y docente de la materia Química de Alimentos, destacó que esta fecha busca generar conciencia sobre los hábitos que pueden marcar la diferencia en la salud. “Es una fecha importante porque la diabetes es una de las principales causas de muerte en nuestro país. Este día busca generar conciencia sobre cómo nuestros hábitos influyen directamente en la posibilidad de desarrollar o no la enfermedad”, señaló.
Por su parte, la Mtra. Linda Carolina Hernández Lozano, jefa de laboratorios de la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios, explicó que la industria alimentaria también está evolucionando para aportar a esta causa. “Toda la industria de alimentos está trabajando en torno a reducir la cantidad de azúcar que hay en los productos. Cada vez más empresas buscan sustituir los azúcares añadidos por endulzantes naturales o disminuir poco a poco su concentración, para que los consumidores se acostumbren a sabores menos dulces”, comentó.
La Mtra. González profundizó en la prevención desde el ámbito personal, al explicar que mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable es fundamental para reducir el riesgo. “Una persona que cuida su alimentación, mantiene un peso saludable y hace ejercicio tiene una probabilidad mucho menor de desarrollar diabetes, aun cuando exista predisposición genética”. También subrayó la importancia de consumir carbohidratos complejos, frutas y verduras ricas en fibra soluble, así como de preferir grasas saludables como las del aceite de oliva, aguacate o coco.
La Mtra. Hernández complementó que, además de la responsabilidad individual, existe una labor colectiva de educación y regulación que contribuye a cambiar los hábitos de consumo desde edades tempranas. “Desde hace años se han retirado de las escuelas los llamados alimentos chatarra, y ahora se trabaja para reducir el contenido de azúcar incluso en las universidades. La idea es que las nuevas generaciones crezcan acostumbradas a sabores más naturales y menos dependientes del azúcar”, explicó.
