lunes, noviembre 3, 2025
Local

UAA revela la asombrosa diversidad de libélulas, herederas de un linaje prehistórico y maestras de la evolución.

Aguascalientes, Ags. “A grandes rasgos, vivimos en un mundo de insectos”, aunque a veces pasen desapercibidos, representan cerca del 80% de los organismos vivos del planeta y están presentes en casi todos los ecosistemas, por lo que no somos ajenos a ellos. El Dr. Jaime Antonio Escoto Moreno, profesor investigador del departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, mencionó que su estudio es fundamental, ya que muchos de ellos son benéficos —como las abejas o los gusanos de seda—, mientras que otros pueden convertirse en plagas que afectan tanto la salud y la agricultura, entre otros ámbitos.

Entre esta enorme diversidad destaca un grupo particularmente fascinante: las libélulas. Aunque es un grupo no tan grande en cantidad de especies —alrededor de 6 mil a nivel mundial— poseen una historia evolutiva que las convierte en verdaderas sobrevivientes del tiempo.

Sus ancestros como la imponente Meganeura monyi o Meganeuropsis permiana, llegaron a medir casi 80 cm y surcaron los cielos del periodo Pérmico, y pese a las grandes extinciones, las libélulas han persistido, adaptándose con elegancia a los cambios del planeta.

Las libélulas son insectos hemimetábolos, es decir, atraviesan una metamorfosis incompleta; su ciclo de vida inicia cuando los huevos son depositados en una base de plantas acuáticas, y al eclosionar emerge una ninfa o náyade, fase que transcurre casi por completo bajo el agua. Allí viven la mayor parte de su existencia hasta que, llegado el momento emergen a la superficie para transformarse en ágiles y coloridos adultos que vemos volar con destreza.

Tanto en la etapa larvaria como en la adulta, son depredadores eficientes, en ambientes dulceacuícolas se alimentan de larvas de mosquitos, chinches acuáticas o pequeños peces, mientras que en el aire cazan insectos voladores y su papel ecológico es esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y terrestres.

Aunque las libélulas se distribuyen principalmente en zonas neotropicales, el estado de Aguascalientes alberga una notable riqueza de especies. De acuerdo con el Dr. Escoto Moreno, se han reportado 68 especies distintas, encontradas principalmente en el municipio de Calvillo y en la Sierra Fría, en específico en la Estación Biológica Agua Zarca de la UAA, áreas donde se han apreciado 43 especies del total. Estos espacios destacan por su diversidad y condiciones ambientales favorables para el desarrollo de estos insectos.

En otras regiones del país como Cuatro Ciénegas, Coahuila; también se han identificado especies endémicas que han perdurado gracias al aislamiento natural de sus manantiales, los cuales han funcionado como refugios de vida durante miles de años.

Su capacidad de adaptación y resistencia es otro rasgo digno de admiración, pues las libélulas pueden sobrevivir casi en cualquier entorno donde existan cuerpos de agua, gracias a sus sistemas evolutivos que les permiten ajustarse a condiciones cambiantes.

Frente al panorama actual de cambio climático y pérdida de biodiversidad, este grupo de insectos han demostrado una sorprendente fortaleza. Su naturaleza anfibiótica —vida entre el agua y la tierra— y su comportamiento depredador les brinda una ventaja evolutiva que ha garantizado su permanencia a lo largo de las eras.

Si bien, su población no es lo suficientemente numerosa como para influir directamente en el control de plagas o enfermedades, su presencia es indicadora de ecosistemas saludables.

Finalmente, el Dr. Escoto subraya que conservar implica conocer, por ello, invitó a la sociedad a apreciar y a proteger estos entornos donde habitan éste y otros organismos, pues educar y crear conciencia sobre su importancia es fundamental para preservar la riqueza natural que sostiene la vida en nuestro planeta.

Deja un comentario